Primera foto LaToya y yo en el 2006 en la uni con nuestros alisados, la segunda a lo natural en el 2011 en NY! Cuando mi mejor amiga en la universidad, LaToya, decidió dejar el alisado y los salones me acuerdo que yo la admiraba mucho. Yo también quería pero no me sentía preparada. Ella después de su GC siguió siendo mi mejor amiga aunque yo me desrizaba y planchaba el cabello a cada ratito. Nunca me juzgo, presiono ni me hizo sentir que yo hacia mal por desrizarme. Todo lo contrario, ella me apoyaba cada vez que le decía que ahora si definitivamente dejaría el desrizado, solo para volver al salón a lo mismo. Ella me daba consejos, me regalaba un poco de su Miss Jessies y Kinky Curly para aprobar. Nos graduamos y yo seguía con mi cabello mas lacio que nunca. Me acuerdo que por fin después de uno de mis últimos intentos (6 meses sin desrizar), le dije que yo lo haría cuando cumpliera mis 30 años y me cortaría todo el cabello a caco para tener un nuevo look y de paso dejaría de desrizarme. Ella con todo su amor me dijo que estaba bien. Después de mis 6 intentos finalmente lo deje y soy feliz con esta decisión. LaToya desde lejos continuo apoyándome. En un correo larguísimo que le envíe diciéndole lo fea que me sentía con el cabello corto, ella me dijo “Carolina tu sigues siendo la misma Carolina que yo conozco con el cabello largo o corto, tu cabello es parte de tu cuerpo pero no cambia quien eres por dentro.” Esas palabras me ayudaron a superar mis primeros meses de transición y los meses después del GC. Mi hermana pequeña también ha intentado el proceso muchísimas veces, me acuerdo que un día me llamo casi llorando y me dijo que se volvió alisar. Ella tenia medio que yo la juzgaría por “echarse pa’ tra” pero por supuesto que le deje saber todo lo que la quería y que intentara de nuevo cuando estuviera lista. Les cuento esta historia porque quizás tu eres esa amiga o eres esa chica que volviste alisarte o a pasarte el blower o la plancha y necesitas que te recuerden que no podemos juzgar y que todo a su tiempo.