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Tu historia: Lunarizada

Cuéntanos un poco acerca de tu cabello Mi cabello es el resultado del cabello crespo de mi papá y el cabello lacio de mi mamá. Siempre tuve el cabello rizado, me mantuvieron con el cabello corto hasta que cumplí 5 años porque mi mamá nunca supo manejar mi cabello. A los 10 pedí voluntariamente mi primer gran corte porque no quería ir al salón y así no tenía que peinarme, a los 13 lo volví a cortar porque me alisaron para ser paje de una boda. Durante mi adolescencia y parte de mis 20 comencé a utilizarlo lacio con mayor frecuencia, pero siempre volvía a usarlo rizo, hasta que luego de graduarme de Economía en mi primer trabajo me prohibieron llevar mi cabello rizado y comencé a plancharlo diariamente y perdí los rizos por completo en menos de 1 año. Me tomó 8 meses más decidirme, en enero 2015 comencé a recuperar mi cabello y encontré por casualidad a Miss Rizos Salón con solo 1 semana de haberse inaugurado, fue una “Dioscidencia”. Hice transición hasta el 1ro de Mayo 2015 cuando me hice el gran corte y dejé a atrás todos los miedos, complejos y prejuicios y de lo único que me arrepiento es de no haberlo cortado antes. ¿Cómo le llamas a tu cabello? Personalmente no le tengo un nombre, solo cuando se pone rebelde le llamo “La Bestia” o digo “Se soltó el Kraken”, pero la gente suele llamarle “Ricitos de Oro”. ¿Qué es lo que más te gusta de tu cabello? Uy, creo que es más rápido decir qué no me gusta (tener la hebra muy fina). Me gusta que es mío, usé extensiones de pelo por un par de años y perdí ese sentido de pertenencia con mi cabello. También que puedo variar el estilo, no importa que peinado use, siempre se ve bien y si tengo calor puedo mojarlo sin preocupaciones. Lo que más adoro es ver la reacción que provoca mi cabello cuando la gente me ve en la calle y me dice que les gustaría llevarlo natural; el que mi cabello inspire a los demás a cuidar el suyo es lo que más me hace amarlo. ¿Cuál es tu rutina (día a día y cada vez que te lavas el cabello)? En cada lavado hago un tratamiento pre-shampoo con ingredientes naturales o como yo le llamo “Mascarilla Dominguera”; luego lavo con shampoo sin sulfatos, coloco una mascarilla (comercial o natural) por 20 minutos aplicando calor. Desenredo con acondicionador y peine de dientes anchos; enjuagando con agua fría al retirar el producto. Para el estilizado uso el método LOC a mi estilo (Leave-in, Crema y Aceite) y dejo secar al aire libre o con difusor en aire frío. Duermo con una “piña” y gorro de satín para mantener los rizos. En mí día a día uso un atomizador con agua, leave-in y aceite natural que rocío en el cabello en las mañanas. Cuando me hago peinados utilizo manteca de karité o gel sin alcohol. ¿Cuáles son tus productos favoritos? Soy fanática de los ingredientes naturales (aceite de coco, lechoza, vinagre de manzana, manteca de karité, etc) pero a nivel de marcas me encantan Deva Curl, Shea Moisture, Cantu y Jane Carter Solutions ¿Cuál ha sido tu experiencia en el mundo laboral en relación con tu cabello? Trabajo desde el 2013 en bancos. Como mencioné, en mi primer trabajo me prohibieron los rizos y por tal razón los perdí. Comencé la transición teniendo 4 meses en mi trabajo actual y mi mayor miedo era perder mi trabajo a causa de mi cabello, pero cuando me hice el gran corte entendí que mi pelo no determina mi capacidad intelectual ni mi desempeño laboral - y si me despedían yo estaría perdiendo un trabajo, pero el banco estaría perdiendo un invaluable recurso humano (además de que estaba dispuesta a demandar a nivel judicial por discriminación). Recibí comentarios como “Una economista no puede llevar el cabello así”, “El cabello rizado no es formal”, entre otros. Nunca respondí de mala manera, me mantuve firme y hasta el día de hoy he podido demostrarles a todos que el cabello rizado no es como ellos pensaban, he sabido llevarlo con altura y elegancia y pude cambiar esa percepción en mi entorno laboral y ahora me apoyan y aman mi cabello. ¿Cuál ha sido tu experiencia en la República Dominicana con tu cabello natural? En particular ha sido la más agridulce, sobre todo por los comentarios y la falta de apoyo de parte de mi familia al inicio de recuperar mi cabello. Mi familia me ofreció dinero para que fuera al salón, dijeron que me llevarían al psicólogo porque debía estar volviéndome loca y mencionaban constantemente que perdería mi trabajo por mi cabello. Las “amigas” y gente de la calle me decían “machito”, “lesbiana”, “hombrecito”, “fea”, “te veías mejor con el pelo lacio y largo”, entre otras cosas que me hirieron mucho, pero me hicieron amarme más cada día porque sabía que estaba haciendo lo correcto, además recibí el apoyo incondicional de mi esposo. Hoy en día mi familia ama mi cabello, me apoya en mi proyecto y los demás me elogian y piden consejos para cuidar su cabello naturalmente. Cuéntanos de tus nuevos proyectos y donde podemos encontrarte en la web. Desde septiembre 2016 tengo un blog en Facebook e Instagram llamado LUNA RIZADA, en honor a mi hija Luna Esmeralda que nació y falleció en Diciembre 2015. El duelo por la muerte de Luna ha sacado lo peor y lo mejor de mí, y he canalizado el dolor para transformarlo en algo positivo para honrar su memoria y mantener mi mente enfocada. En el blog comparto mi rutina de cabello, mis mascarillas domingueras y toco los temas que nos afectan en este viaje rizado. En el 2017 abrí el canal de Youtube en donde comparto vídeos de reseñas de productos y recomendaciones del cabello e inicié un concepto fotográfico llamado “La Ninfa del Pajón”. Desde la muerte de Luna no me he atrevido a retomar el Ballet por las emociones que me trae, por lo que he explotado mi creatividad a través de la ninfa llevándole información a la gente de manera artística. ¿Tienes algunos últimos consejos para las Miss Rizos o para aquellas que están contemplando dejar el desrizado? Hagan lo que dicte su corazón. No pretendan vivir bajo una prisión mental de aparentar algo con lo que no están a gusto. ¡ÁMENSE! Será la mejor decisión y la más bonita relación que tendrán, no se arrepentirán. No tengan miedo, el mundo no se acaba con un mal comentario; el mundo se acaba cuando perdemos la fe y dejamos de soñar. Para todo lo demás, existe el aceite de coco.

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